El pasado 18 de Junio publicó el INE los datos de mortalidad
de España en 2012. Había cierta expectación por conocerlos ya que el avance del
primer semestre de ese año, conocido en Diciembre pasado, ya adelantaba
resultados poco halagüeños. Y, efectivamente, se ha confirmado que la
mortalidad general (por todas las causas) ha crecido en casi 18.000 defunciones
respecto a las registradas en 2011, lo que equivale a más de un 4,6% de
incremento, el mayor del decenio, a la
vez que retrocede la esperanza de vida al nacer en las mujeres, estancándose en
los hombres. Seguramente uno de los hallazgos demográficos más preocupantes de
los conocidos en nuestro país, en los últimos años, junto con la caída
galopante de la natalidad.
Este aumento de la mortalidad venía precedido del que se
apuntó ya en 2011 respecto a 2010 pero el conocido ahora de2012, después de
reconocer su excepcionalidad, el INE lo justifica como un “evento coyuntural”
que responde al envejecimiento de la población (ver nota de prensa nº 784 del
INE, de 18 de Junio de 2013). Como toda deducción, si quiere ser científica,
debe estar argumentada a través del análisis metodológico serio y contrastado.
Y ya que el prestigioso instituto oficial no lo ha hecho, lo hacemos nosotros
con sus datos.
(Este texto pertenece a la , ya, mítica colección "Epidemiología cotidiana: cuentas contra cuentos")
(Para leer el texto entero clicka aquí)
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