En estos momentos críticos que atraviesa nuestro país la
batalla fundamental no es la de la economía (ahí todo está escrito, el guión
nos lo mandan todas las semanas y la capacidad de tomar una sola decisión por
parte de nuestro gobierno es nula), no. Es la de las palabras. Es una batalla que
es preciso contemplar desde su auténtica dimensión: la de cómo cambiar el
nombre de las cosas para que la gente no sea consciente de lo que pasa y siga
anestesiada para que nada cambie.
Ya saben: nuestro gobierno no hace RRecortes sino ajustes. Y
ajusta tanto que deteriora los servicios básicos a los ciudadanos, en los que
se basan sus derechos fundamentales (sanidad, educación, dependencia,
relaciones laborales justas), hasta convertirlos en pura utopía. Este gobierno
nuestro no pide RRescates para nuestros saqueados y arruinados bancos, no, sino
que con su extraordinaria gestión de esta crisis (ya saben, que han provocado
otros, ¡como si ellos no administraran la mayoría de las administraciones
públicas españolas desde hace decenios!) han conseguido lo nunca visto: una
línea de crédito europea para sanear el sistema financiero.
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Tan patética es la hipérbole (una copia de las argumentadas
por el anterior presidente del gobierno -¿por qué se parecerán tanto los presidentes de gobierno?- quien
siempre enfatizaba el hecho de que gracias a “sus ajustes” la debacle no fuera peor), tanto,
que aunque engañe a muchos, revienta en exceso a otros y no puede evitar que sus
cuentos pasen, bochorno tras bochorno, a convertirnos en el hazmerreir del mundo. Hasta
los diputados conservadores del parlamento europeo otorgan en sesión pública a
nuestro presidente el dudoso honor de ser “el líder más incompetente de toda
Europa” (véalo a través de este link), Europa entera se encarga de advertirnos
que no le hagamos caso, que en realidad nos RRescatan porque no podemos
sostenernos por nosotros mismos (ver aquí), y hasta el Presidente Durao Barroso
le corrige para señalarle que, al revés de lo que dice, fue él quién le
presionó para que pidiera ese salvavidas que nos hipoteca para los restos (pulsar aquí). O que, para colmo de la estupidez, este presidente nuestro insulte gratuitamente a un país muy honorable, Uganda, quien se vio en la necesidad de recordarle y recordarnos que su economía va viento en popa y que no es a ellos a quienes tienen que RRescatar (pulsa aquí para reírte con la metedura de pata de nuestro insigne gobernante)
Porque, a pesar de todo, lo peor es la mediocridad y la insulsez. De
eso es muy difícil RRecuperarse. Que nos tomen por tontos, que quieran tergiversar
la realidad de lo que pasa cambiándole el nombre a las cosas y manipulando los medios
informativos, y que esto lo hagan los más zafios e incompetentes es una combinación
que, a la inmensa mayoría, le sienta muy mal. Lean sino esta transcripción de
una reciente intervención de nuestra ministra de sanidad intentando (sólo lo
intentó, juzguen lo que consiguió) explicarnos lo bien que nos sientan sus
RRecortes (digo sus ajustes, ¿en qué estaría pensando?) sanitarios:
“Buenas… buenas días, buenas..tardes a todos. En primer lugar
agradecerles…
Vamos, hemos universalizado la Sanidad para los españoles. Saben
ustedes que la sanidad es universal y que estaba recogida en muchas leyes,
pero… nunca se aplica hasta el final, todos los españoles tienen derecho a
asistencia sanitaria gratuita. Todos, sin dejar uno.
Lo primero que vamos a hacer es… eeeh ….incorporar, al derecho
español un artículo de una directiva, que les diré que está incorporada al
derecho español todo… eeeh… laaaa… toda la directiva, menos un artículo, que
justo es el artículo que prohíbe de forma explícita desplazarse en busca de
atención sanitaria.
Luego hemos aplicado también una cartera que llamamos Cartera
Común Suplementaria que le adjunto si me lo permiten con la Cartera Accesoria.
Ahí estarían… pues las… prestaciones farmaceúticas, la tioteterapi… teratípi..
cas… eh… m’equivocao en la, en la, en el nombre, y poner en valor lo que tiene
mucho en valor, porque, no hay cosa que tenga más valor que una medicina que
cura enfermedades.
Hemos adoptado una medida que ya estaba adoptada. Lo más
importante que, por primera vez, los parados sin prestación parlamentaria, que
sin…perdón…sin presta…sin presta…[risas] sin prestación [le apuntan], sin prestación por desempleo, perdón…, en definitiva… eeeeh… lo
que les decía, no es lo mismo una persona que no está enferma, en su consumo de
medicamentos, que una persona que está enferma.
Los pensionistas que… ss… no pagan nada son todos aquellos que ya
no tienen derecho a prestación por desempleo, es decir, los que ya tienen… los
que tienen… simplemente… eeeh… los… [le apuntan]… ah, perdón… ¡pensionistas! Los pensionistas son de… los que
tienen… la… eh… el… ¡ah! Hablamos de renta, no de pensiones.
Pues, yo ya me voy a callar…”
Créanselo, es nuestra ministra de sanidad. Si, como Santo
Tomás, no dan crédito a lo que digo y necesitan oírlo de su propia voz pulsen aquí.
Pero el panorama se complica aún más cuando vemos, con los
resultados de las elecciones de Grecia, que el cambio es imposible desde dentro
del sistema. En ellas ha triunfado la manipulación y la mentira: de nada
importó que el partido que promovía un cambio, Syriza, se desgañitara
explicando que ellos no iban a sacar a Grecia del euro (total ¿es que hubiera
sido peor?, ¿para quién?, ¿para los griegos?... ¡imposible!). Todos los medios
europeos aterrorizaron a los electores con esa mentira… hasta los medios
públicos españoles así lo anunciaban a todas horas. Y consiguieron lo que
buscaban: que el partido que llevó a Grecia a esa situación desastrosa en la que vive sea el ganador.
Perfecto. Más para los bancos. Bueno y consiguieron también otra cosa: que la
irrelevancia de los partidos socialdemócratas europeos quedara aún, más evidente.
La derecha tendrá que formar gobierno con el PASOK… más claro agua: representan
las mismas políticas y traen los mismos problemas a la gente. Gobierno
monocolor, pues, en Grecia de los conservadores y los socialistas. “Los
mercados” seguirán cobrando (¿es que han ganado poco ya?) mientras la desnutrición infantil y la tasa de
suicidio se dispara en ese país.
Que la mayoría absoluta en el legislativo obtenida el mismo día por los socialistas franceses
no haya alterado ni un solo ápice la sensibilidad “de los mercados”, a
diferencia de lo que ocurría con la sola posibilidad del triunfo de la
izquierda en Grecia, nos ofrece la “prueba definitiva” de que esta estructura
injusta en la que se basa Europa, Francia y España esta sostenida por igual por los
partidos conservadores y los socialdemócratas y que con ninguno de ellos se
puede construir, ya, ese otro mundo que no sólo es posible sino necesario.
RRecapitulemos por fin y RReconozcamos que esto sólo tiene
una solución: ante un gobierno inútil e ineficaz que nos lleva al abismo después
de despojarnos de todos nuestros derechos solo hay una salida, un RReferéndum
cuánto antes sobre sus nefastas políticas, que nunca anunció en campaña electoral y que, por tanto, no tiene autorización de la ciudadanía para ejecutar. Ni siquiera del 30% del electorado que votó esa opción. Y mientras eso llega, por favor, un administrador
que se haga cargo de las cosas. Como lo hacen ellos: fríamente, sin motivos
personales. Siempre será mejor que esto…
¿Que para cuándo dejamos lo de examinar las responsabilidades de nuestros
dirigentes (los de ahora y los de antes) en este desastre, por haberle dado la
llave de nuestros tesoros a los tiburones más canallas del océano?... Uf,
cuánto antes por favor. Sin eso no hay salida. ¡RRecontra!
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