Samir Amín, fotografía tomada de "Página 12" |
El extraordinario pensador marxista, economista y politólogo Samir Amin, falleció el 12 de agosto de 2018 en París. Reproduzco aquí una breve reseña sobre su libro "Refugiados", que escribí para la revista "Temas para el debate", publicada el 19 de enero de 2017, en recuerdo y homenaje al gran humanista. Sus ideas, como se ven, están más vigentes que nunca
"Este libro del conocido Catedrático de Ciencias Políticas francés de origen egipcio, ex-eurodiputado y Consejero de Estado de la República Francesa Sami Nair, es una apretada aunque completa disección de la realidad política europea de los últimos años, esa que ha desembocado en la actual y vergonzosa crisis de los refugiados, que junto a las otras dos grandes y recientes crisis europeas, la del euro y la del BREXIT, conforman los más claros exponentes del nivel de desnaturalización al que ha llegado el maravilloso proyecto fundador de Europa. A nadie le puede extrañar ya, y a la vista de lo que sucede, el enorme desapego que manifiesta una gran parte de la población europea a la idea original que impulsó la Unión, ni el auge de todas las expresiones de euroescepticismo, de las que las más graves y peligrosas son, no hay duda, el resurgimiento de los movimientos filofascistas y xenófobos por todo el continente.
Nair sitúa la raíz de lo que califica como la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, en las circunstancias demográficas, tan contrapuestas, entre el Sur de Europa y el resto del mundo al Sur y al Este del Mediterráneo. El continente rico, en recesión, y los demás en crecimiento exponencial. La gravedad de esta divergencia, la profundidad de esta brecha, se hace abismal si anotamos que sobre ella las realidades económicas son también opuestas aunque, en este caso, en sentido contrario, es decir, los países emisores de refugiados y emigrantes viven sumidos en la pobreza o, en el mejor de los casos, en el estancamiento económico, mientras que, al otro lado, la riqueza, en especial para algunos, ha aumentado vertiginosamente. La grieta, por tanto, se ahonda más. La situación de guerra y violencia que sufren los principales emisores de refugiados (Siria sobre todo, pero también Libia, Afganistán, Irak o Eritrea) ha provocado el agravamiento reciente del problema migratorio existente, por lo que el perfil mayoritario de quien llama a las puertas de Europa en la actualidad no es el de emigrante económico, sino el de solicitante de asilo y protección.
En los últimos años, explica Nair, y para proteger el mercado laboral de la UE preservándolo sólo para los europeos o, en todo caso, para que las sobras, si las hubiere, se pudieran ofertar exclusivamente a los no comunitarios ¨cualificados¨ (bello eufemismo para denominar el robo de profesionales formados con gran esfuerzo por los países en desarrollo), aparece el tratado de Shengen y Europa decide ¨externalizar¨ la gestión del flujo exterior de personas, encomendando dicha gestión a países terceros ¨no seguros¨, que cumplen escrupulosamente su misión (campos de internamientos, admisión inmediata de los que entraron en Europa irregularmente, control de fronteras). A cambio de ello se les asigna jugosas cantidades de euros enmascaradas en Ayuda Oficial al Desarrollo con que justificar su auténtica naturaleza, la de retribuir a los gendarmes. No importa si esos países son poco escrupulosos en el respeto a los derechos elementales de las personas, es lo de menos. El efecto inmediato más pernicioso de estas políticas, además de contravenir la legislación internacional y europea sobre asilo y refugio y de lanzar a suelo decenios de solidaridad y respeto europeo por los derechos humanos, ha sido el de invisibilizar al auténtico refugiado y solicitante de asilo, confundiéndole en el paso previo a su solicitud con un emigrante económico más.
El politólogo francés analiza pormenorizadamente el papel jugado por cada una de las naciones de la UE en la generación de la crisis y en el actual estado de cosas, destacando con claridad el cambio de postura de la canciller alemana Merkel, al paso que le han marcado sus malos resultados electorales, quien pasó de ser la más abierta defensora de los que llegaban a Europa en busca de protección a apoyar la firma del ignominioso acuerdo con Turquía de 2016, al que denomina como el ¨Acuerdo de la Vergüenza¨. El papel de España, como comparsa que nunca se define y su escaso respeto a los derechos de quienes buscan ayuda (sucesos de Melilla, situación de los CIEs) es también destacado en este libro, casi tanto como dos hechos diferenciales indiscutibles, uno es el que denomina el fin del mítico historial de asilo de los países nórdicos y el otro, el deleznable papel, egoísta y contrario a los principio básicos de la Unión, de los recién incorporados países del Este de Europa.
Propone el autor por ello una suerte de refundación de Europa, desterrando sus más clamorosos fallos, entre los que destaca la falta de una estrategia política y social, que supere a la económica en el gran proyecto de unidad, y la revisión de las condiciones de ingreso de algunos países del Este de Europa. En todo caso, y para la circunstancia concreta en que se debate la UE el autor se sitúa en una posición intermedia entre la actual de rechazo a los refugiados y la falta de respeto a la legislación internacional y la promulgada por algunas organizaciones humanitarias de apertura total de las fronteras a quienes acuden con la intención de vivir entre nosotros.
El resurgimiento del fascismo en Europa ha dejado de ser una hipótesis para convertirse en una amenaza real. En este análisis de Nair, en su cuidado relato cronológico, en su permanente denuncia, en la valiosa documentación que aporta y en su apuesta por soluciones que considera alcanzables y reales, se evidencian argumentos y puntos de vista suficientes para que ese terrible vaticinio, con el concurso de todos, no llegue a hacerse, nunca, realidad."
Manuel Díaz Olalla
Santiago de Cuba, 5 diciembre de 2016
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