jueves, 8 de agosto de 2013

Carta a El Corte Inglés, empresa privatizadora de la sanidad pública madrileña


En este afán que me consume, quizás algo estéril aunque bastante reconfortante, de repartir misivas indignadas por el expolio al que se quiere someter a la sanidad pública madrileña y de otras partes del Estado, envié hace unas semanas un correo electrónico a la empresa comercial "El Corte Inglés" en la que le hacía algunas preguntas en relación a su participación en dicho proceso, una vez que se conoció que era una de las empresas adjudicatarias. Me respondió gentilmente una persona del Departamento de Atención al Cliente (puse "al cliente", que no "al paciente", todavía) un correo en el que me aclaraba que su empresa participa en este despropósito a través de una filial que se dedica a la informática, transmitiéndome la consideración de que ellos nada tienen que ver con el expolio sino que con esta operación aportan su conocimiento y experiencia en implantación de las TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación) en las administraciones públicas. Aunque agradecí la deferencia de responderme tuve que contestarle con la carta que copio a continuación y de la que ya no espero respuesta. 



Madrid a 29 de Julio de 2013

Estimada Sra:
Ante todo quisiera manifestarle mi gratitud por la gentileza que ha tenido al contestar a mi anterior correo electrónico.
Le agradezco sus explicaciones pero le aseguro que están absolutamente alejadas de la realidad y nada es como usted lo cuenta. No dudo que la que usted me da sea la versión que le gustaría a El Corte Inglés que la gente creyera sobre la situación de la que hablamos, pero creo que está profundamente equivocada.....


(Para continuar leyendo clicka aquí: http://bit.ly/147aAUB)

lunes, 5 de agosto de 2013

El dedito del Sr. Urkullu (carta abierta al lehendakari que difícilmente llegará a sus manos)




Estimado Sr Urkullu:

Aunque los noticieros del  pasado 1 de Agosto llegaron cargados de titulares que provocaban con facilidad la indignación (Rajoy en el Congreso explicando que “no le consta” la financiación ilegal de su partido durante más de 20 años, el mismo individuo intentando soltar el pesado lastre en que se ha convertido su amigo y tesorero diciendo eso de que “yo no fui”,  coletazos de los ERES de Andalucía, altos cargos del gobierno Balear entrando y saliendo –y que viva “la puerta giratoria-“ de la cárcel, Berlusconi  y un largo etcétera)  a mí el que más irritación me causó - ¡fíjese qué cosa, con lo difícil que era!-  fue el que acompañaba una foto suya señalando, amenazador, con su dedo, a algunas personas que le increpaban en Azpeitia. Según la crónica estas personas criticaban sus actuaciones políticas y le habían tachado de “fascista”.

No vivo en Euskadi. Con bastante seguridad no estaría de acuerdo con todos los motivos de esas personas para criticarle e increparle pero sí con su derecho a hacerlo. Si hubiera estado presente en aquél lugar y hubiera oído ese epíteto brotar de los labios de aquéllos indignados hubiera pensado, sin duda, que era una expresión excesiva e innecesaria, e, incluso, injustificada, pero después de ver la foto de su dedo blandiéndose contra ellos  creo que su actitud, Sr. Urkullu, les da toda la razón a ellos y se la quita a usted. Esa foto y la parte del relato que la compaña en que se explica que los policías que formaban parte de su corte identificaron a esas personas y les comunicaron que iban a ser multados por su actitud, nos lleva a pensar, a mí y a muchos, que quizás esos represaliados tenían las cosas más claras de lo que nos imaginábamos.

¿O hay que repasar algunas lecciones elementales de democracia? A ver, tomemos nota: ustedes son servidores públicos, llegan a los puestos que ocupan por decisión libre y sin coacciones y recibir y aceptar las críticas por lo que hacen “va en su sueldo”.  Incluso aquélla que se produce en tono intempestivo y a gritos, porque los ciudadanos que están en contra de lo que ustedes hacen, una gran mayoría según las encuestas, carecen de vías reales y legales para manifestar su disconformidad y su rechazo. Esas vías no existen porque a ustedes no les interesa y obligan a la gente a gritarles en la calle lo que tienen derecho a hacerles llegar cuando lo consideren adecuado.

Leo en la crónica que, después, justificó usted su deplorable comportamiento en la obligación de defender  las instituciones para pronunciarse también como un firme partidario de aumentar la cultura democrática de la población. Digno y previsible colofón para una torpeza injustificable: la cultura democrática empieza por dejar el dedito acusador metido dentro del bolsillo aunque le digan cosas que no le gusten, considere que otros lo sacan para hacer la peineta y resulta igual de obsceno, y parapetarse en las instituciones para rechazar las críticas que legítimamente les hacen a ustedes por lo que ustedes hacen es algo tan ofensivo como usarlas para sus intereses cuando les conviene. De esto último, como sabe, llegan noticias a millares todos los días.

Le envío esta pequeña misiva a una dirección de email del gobierno vasco que he encontrado,  casi por casualidad, tras grandes esfuerzos de búsqueda por internet, aunque dudo mucho que llegue alguna vez a sus manos (quizás debería decir a “sus ojos” para adaptar el lenguaje a los formatos de esta era digital en la que vivimos). Como previsiblemente no llegará, para que usted sepa lo que pienso de su actitud, un derecho democrático que ustedes se encargan todos los días de que no pueda hacer realidad, no me dejan más resquicio que esperar a encontrarle algún día por la calle durante un acto público para gritarle todo esto que le escribo.

Aunque me arriesgue a que  luego me señale con su dedo inquisitorial antes de mandar a los guardias tras de mí para que me denuncien o para que me lleven preso.

Así nos va. Así les va.

Manuel Díaz Olalla


viernes, 2 de agosto de 2013

Carta remitida al Presidente de la Organización Médica Colegial y a la Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid con motivo de su participación en "el pacto de la vergüenza"

La foto que necesitaban con urgencia Rajoy y Mato, y les ha regalado Sendín y López-Arriba contra mi voluntad, mis derechos y los de mis pacientes (foto www.elmundo.es)




Madrid a 1 de Agosto de 2013

Sr. Presidente de la Organización Médica Colegial (OMC)
Sra. Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM)

Estimado Sr. y Estimada Sra.
Soy médico colegiado en Madrid. Y lo soy desde hace más de 30 años. En todo ese tiempo he sido un “colegiado modelo”, si me lo permiten, es decir de los que pagan todos los trimestres religiosamente su cuota y no incurre en gasto alguno pues no hace uso de ninguno de los servicios que ofrece el Colegio.
Hace unos días escuché la noticia de que el Organismo Médico Colegial (OMC), organización de la que sin duda el ICOMEM forma parte, participando en un autodenominado “Foro de la Profesión Médica”, firmaba un acuerdo con el gobierno de la nación, con gran eco mediático, que sin duda transmitía una enorme sensación de apoyo de dicho foro, y  por lo tanto de los Colegios de Médicos de España, a las políticas del gobierno en materia de sanidad. No sólo eso,  sino que la periodista que relataba la noticia en el Telediario 1ª Edición del día de la firma explicó que los miembros del foro (por lo tanto la OMC y el ICOMEM) expresaron al Presidente Rajoy y la Ministra Mato su “agradecimiento por el esfuerzo que ha hecho este gobierno en favor del sistema sanitario público” (fin de la cita). Que yo sepa ni la OMC ni el ICOMEM han desmentido dicha información hasta ahora, por lo que hay que mantener que es cierta.

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