miércoles, 2 de octubre de 2013

Respuesta al presidente de la OMC, Dr. Rodríguez Sendín


El pasado día 27 de Agosto recibí una carta del Dr. Rodríguez Sendín, presidente de la OMC, en la que, gentilmente, respondía a otra mía de 2 de agosto que figura en este mismo blog. En ella me comunicaba que una copia del texto de su respuesta la había colgado, a su vez, en su página personal. 
Sin ánimo de polemizar no he podido evitar escribirle esta respuesta en la que puntualizo algunas de sus afirmaciones.




20 de Septiembre de 2013
Estimado colega:

Ante todo quisiera agradecerle su carta de respuesta a otra mía anterior y sin ánimo de establecer por esta vía una cadena indefinida de réplicas y contra-réplicas, no puedo resistirme a enviarle algunas puntualizaciones a sus palabras. Y eso hago a continuación.

Comienza calificando de acusaciones por mi parte lo que sólo son comentarios justos y, creo, razonables. Por lo que de entrada me parece que ese planteamiento demuestra una evidente falta de costumbre de recibir y aceptar opiniones y críticas a sus actuaciones, lo que viniendo del presidente de un organismo como la OMC señala la urgente necesidad de introducir algunas medidas que busquen democratizar la institución, potenciando la participación de los colegiados y aceptando el disenso y la discrepancia en la rutina diaria como un factor más de mejora del funcionamiento de la misma.

(Texto completo aquí: http://bit.ly/1eZGqge)

jueves, 8 de agosto de 2013

Carta a El Corte Inglés, empresa privatizadora de la sanidad pública madrileña


En este afán que me consume, quizás algo estéril aunque bastante reconfortante, de repartir misivas indignadas por el expolio al que se quiere someter a la sanidad pública madrileña y de otras partes del Estado, envié hace unas semanas un correo electrónico a la empresa comercial "El Corte Inglés" en la que le hacía algunas preguntas en relación a su participación en dicho proceso, una vez que se conoció que era una de las empresas adjudicatarias. Me respondió gentilmente una persona del Departamento de Atención al Cliente (puse "al cliente", que no "al paciente", todavía) un correo en el que me aclaraba que su empresa participa en este despropósito a través de una filial que se dedica a la informática, transmitiéndome la consideración de que ellos nada tienen que ver con el expolio sino que con esta operación aportan su conocimiento y experiencia en implantación de las TIC (Tecnología de la Información y la Comunicación) en las administraciones públicas. Aunque agradecí la deferencia de responderme tuve que contestarle con la carta que copio a continuación y de la que ya no espero respuesta. 



Madrid a 29 de Julio de 2013

Estimada Sra:
Ante todo quisiera manifestarle mi gratitud por la gentileza que ha tenido al contestar a mi anterior correo electrónico.
Le agradezco sus explicaciones pero le aseguro que están absolutamente alejadas de la realidad y nada es como usted lo cuenta. No dudo que la que usted me da sea la versión que le gustaría a El Corte Inglés que la gente creyera sobre la situación de la que hablamos, pero creo que está profundamente equivocada.....


(Para continuar leyendo clicka aquí: http://bit.ly/147aAUB)

lunes, 5 de agosto de 2013

El dedito del Sr. Urkullu (carta abierta al lehendakari que difícilmente llegará a sus manos)




Estimado Sr Urkullu:

Aunque los noticieros del  pasado 1 de Agosto llegaron cargados de titulares que provocaban con facilidad la indignación (Rajoy en el Congreso explicando que “no le consta” la financiación ilegal de su partido durante más de 20 años, el mismo individuo intentando soltar el pesado lastre en que se ha convertido su amigo y tesorero diciendo eso de que “yo no fui”,  coletazos de los ERES de Andalucía, altos cargos del gobierno Balear entrando y saliendo –y que viva “la puerta giratoria-“ de la cárcel, Berlusconi  y un largo etcétera)  a mí el que más irritación me causó - ¡fíjese qué cosa, con lo difícil que era!-  fue el que acompañaba una foto suya señalando, amenazador, con su dedo, a algunas personas que le increpaban en Azpeitia. Según la crónica estas personas criticaban sus actuaciones políticas y le habían tachado de “fascista”.

No vivo en Euskadi. Con bastante seguridad no estaría de acuerdo con todos los motivos de esas personas para criticarle e increparle pero sí con su derecho a hacerlo. Si hubiera estado presente en aquél lugar y hubiera oído ese epíteto brotar de los labios de aquéllos indignados hubiera pensado, sin duda, que era una expresión excesiva e innecesaria, e, incluso, injustificada, pero después de ver la foto de su dedo blandiéndose contra ellos  creo que su actitud, Sr. Urkullu, les da toda la razón a ellos y se la quita a usted. Esa foto y la parte del relato que la compaña en que se explica que los policías que formaban parte de su corte identificaron a esas personas y les comunicaron que iban a ser multados por su actitud, nos lleva a pensar, a mí y a muchos, que quizás esos represaliados tenían las cosas más claras de lo que nos imaginábamos.

¿O hay que repasar algunas lecciones elementales de democracia? A ver, tomemos nota: ustedes son servidores públicos, llegan a los puestos que ocupan por decisión libre y sin coacciones y recibir y aceptar las críticas por lo que hacen “va en su sueldo”.  Incluso aquélla que se produce en tono intempestivo y a gritos, porque los ciudadanos que están en contra de lo que ustedes hacen, una gran mayoría según las encuestas, carecen de vías reales y legales para manifestar su disconformidad y su rechazo. Esas vías no existen porque a ustedes no les interesa y obligan a la gente a gritarles en la calle lo que tienen derecho a hacerles llegar cuando lo consideren adecuado.

Leo en la crónica que, después, justificó usted su deplorable comportamiento en la obligación de defender  las instituciones para pronunciarse también como un firme partidario de aumentar la cultura democrática de la población. Digno y previsible colofón para una torpeza injustificable: la cultura democrática empieza por dejar el dedito acusador metido dentro del bolsillo aunque le digan cosas que no le gusten, considere que otros lo sacan para hacer la peineta y resulta igual de obsceno, y parapetarse en las instituciones para rechazar las críticas que legítimamente les hacen a ustedes por lo que ustedes hacen es algo tan ofensivo como usarlas para sus intereses cuando les conviene. De esto último, como sabe, llegan noticias a millares todos los días.

Le envío esta pequeña misiva a una dirección de email del gobierno vasco que he encontrado,  casi por casualidad, tras grandes esfuerzos de búsqueda por internet, aunque dudo mucho que llegue alguna vez a sus manos (quizás debería decir a “sus ojos” para adaptar el lenguaje a los formatos de esta era digital en la que vivimos). Como previsiblemente no llegará, para que usted sepa lo que pienso de su actitud, un derecho democrático que ustedes se encargan todos los días de que no pueda hacer realidad, no me dejan más resquicio que esperar a encontrarle algún día por la calle durante un acto público para gritarle todo esto que le escribo.

Aunque me arriesgue a que  luego me señale con su dedo inquisitorial antes de mandar a los guardias tras de mí para que me denuncien o para que me lleven preso.

Así nos va. Así les va.

Manuel Díaz Olalla


viernes, 2 de agosto de 2013

Carta remitida al Presidente de la Organización Médica Colegial y a la Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid con motivo de su participación en "el pacto de la vergüenza"

La foto que necesitaban con urgencia Rajoy y Mato, y les ha regalado Sendín y López-Arriba contra mi voluntad, mis derechos y los de mis pacientes (foto www.elmundo.es)




Madrid a 1 de Agosto de 2013

Sr. Presidente de la Organización Médica Colegial (OMC)
Sra. Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid (ICOMEM)

Estimado Sr. y Estimada Sra.
Soy médico colegiado en Madrid. Y lo soy desde hace más de 30 años. En todo ese tiempo he sido un “colegiado modelo”, si me lo permiten, es decir de los que pagan todos los trimestres religiosamente su cuota y no incurre en gasto alguno pues no hace uso de ninguno de los servicios que ofrece el Colegio.
Hace unos días escuché la noticia de que el Organismo Médico Colegial (OMC), organización de la que sin duda el ICOMEM forma parte, participando en un autodenominado “Foro de la Profesión Médica”, firmaba un acuerdo con el gobierno de la nación, con gran eco mediático, que sin duda transmitía una enorme sensación de apoyo de dicho foro, y  por lo tanto de los Colegios de Médicos de España, a las políticas del gobierno en materia de sanidad. No sólo eso,  sino que la periodista que relataba la noticia en el Telediario 1ª Edición del día de la firma explicó que los miembros del foro (por lo tanto la OMC y el ICOMEM) expresaron al Presidente Rajoy y la Ministra Mato su “agradecimiento por el esfuerzo que ha hecho este gobierno en favor del sistema sanitario público” (fin de la cita). Que yo sepa ni la OMC ni el ICOMEM han desmentido dicha información hasta ahora, por lo que hay que mantener que es cierta.

(Para seguir leyendo clicka aquí)

sábado, 22 de junio de 2013

El incremento de la mortalidad en España no se debe al envejecimiento de la población sino al (nocivo) efecto de las (malas) políticas en la gente (humilde)


El pasado 18 de Junio publicó el INE los datos de mortalidad de España en 2012. Había cierta expectación por conocerlos ya que el avance del primer semestre de ese año, conocido en Diciembre pasado, ya adelantaba resultados poco halagüeños. Y, efectivamente, se ha confirmado que la mortalidad general (por todas las causas) ha crecido en casi 18.000 defunciones respecto a las registradas en 2011, lo que equivale a más de un 4,6% de incremento,  el mayor del decenio, a la vez que retrocede la esperanza de vida al nacer en las mujeres, estancándose en los hombres. Seguramente uno de los hallazgos demográficos más preocupantes de los conocidos en nuestro país, en los últimos años, junto con la caída galopante de la natalidad.


Este aumento de la mortalidad venía precedido del que se apuntó ya en 2011 respecto a 2010 pero el conocido ahora de2012, después de reconocer su excepcionalidad, el INE lo justifica como un “evento coyuntural” que responde al envejecimiento de la población (ver nota de prensa nº 784 del INE, de 18 de Junio de 2013). Como toda deducción, si quiere ser científica, debe estar argumentada a través del análisis metodológico serio y contrastado. Y ya que el prestigioso instituto oficial no lo ha hecho, lo hacemos nosotros con sus datos.

(Este texto pertenece a la , ya, mítica colección "Epidemiología cotidiana: cuentas contra cuentos")
(Para leer el texto entero clicka aquí)

Esperanza de vida y esperanza de pensión (versión 2013 *)

El Roto


En estos días se habla mucho de la esperanza de vida de la población española en relación con la reforma restrictiva de las pensiones de jubilación que plantea el gobierno. Y se utiliza este indicador de mortalidad de forma errónea o deliberadamente equívoca para justificar el recorte desde la perspectiva de que la expectativa vital a la edad de 65 años es cada vez mayor,  por lo que la seguridad social debe pagarlas por mucho más tiempo una vez que el trabajador alcance la edad requerida para percibirla. Desde este punto de vista conviene recordar aquí que el sistema de pensiones tal y como está establecido no es como una hucha que va acumulando un capital a lo largo de la vida activa para luego disfrutarlo en la última etapa de la misma, sino que es un modelo de solidaridad intergeneracional por el que los que cotizamos ahora estamos pagando “al día” las pensiones de los jubilados actuales para que, cuando lleguemos nosotros a esa situación, percibamos las que nos correspondan gracias a las cotizaciones que aporten en ese momento los trabajadores de esa época futura.


(*) En el año 2010 y a costa de la rebaja de las pensiones aplicadas por el gobierno Zapatero con las mismas peregrinas argumentaciones escribí un trabajo con el mismo título que se publicó en diferentes medios digitales, del que este se puede considerar una tozuda continuación.




lunes, 27 de mayo de 2013

El fallecimiento del senegalés Alpha Pam sin atención sanitaria: sólo la punta de un enorme iceberg



Alpha Pam de 28 años, fallecido en España sin atención sanitaria por una enfermedad prevenible y curable, mucho antes de alcanzar los 59 años de edad en que se sitúa la esperanza de vida en su país de origen



EL FALLECIMIENTO DEL SENEGALÉS ALPHA PAM SIN LA DEBIDA ATENCIÓN SANITARIA: SÓLO LA PUNTA DE UN ENORME ICEBERG
El reciente fallecimiento por Tuberculosis Pulmonar del inmigrante senegalés Alpha Pam en Baleares sin la debida asistencia sanitaria no es, ni siquiera, la crónica presentida de una muerte anunciada a pesar de que muchos habían advertido sobre estos riesgos desde hace tiempo. Es, eso sí, la punta de un inmenso iceberg. Sólo una de las miles de personas que en nuestro país en este momento pueden estar muriendo, enfermando o sufriendo innecesariamente dolor o discapacidad sin recibir la atención que necesitan por la aplicación estricta de una legislación injusta, ineficaz y dudosamente compatible con la Constitución, promulgada por el Gobierno del PP y aplicada con exceso e inmerecido entusiasmo por gobiernos autonómicos y gestores que han renegado de sus obligaciones como administradores de los recursos públicos y como profesionales de la salud, si es que alguna vez lo fueron.

No todos ellos, los que padecen esta injusticia, son negros o amarillos, hablan con un acento diferente o carecen de papeles en regla. Muchos son españoles que han agotado las prestaciones por desempleo, por ejemplo, o no cotizan a la Seguridad Social, o, sencillamente, no pueden pagar lo que ahora les exigen por los medicamentos que precisan. Porque según el nefasto Real Decreto 16/2012 que consagra la exclusión sanitaria en nuestro país, las personas que no están “aseguradas” sólo tienen derecho a la atención por motivo urgente, debido a enfermedad grave o accidente hasta el alta médica, incluyendo también el embarazo, parto y postparto, no tienen, además, asignado médico de cabecera ni especialista sanitario y deben abonar íntegramente el coste de los productos sanitarios y las recetas médicas. Desde entonces, colectivos profesionales y organizaciones sociales se han encargado de explicar que, sobrepasando incluso la profunda inmoralidad de esta legislación que castiga innecesariamente a los más desfavorecidos, existe un importante riesgo para todos los ciudadanos cuando se deja sin atención y sin vigilancia epidemiológica a quienes por sus difíciles condiciones de vida tienen más riesgo de contraer algunas enfermedades potencialmente peligrosas para la colectividad. Alpha Pam, antes de morir, infectó a 20 personas de su entorno, pero pueden ser cientos las que compartieron con él espacios públicos, medios de transporte, tiendas o, incluso, la sala de espera del Hospital de Inca en donde se le negó la atención adecuada a pesar de comprometerse a pagar la factura de su asistencia. Todos ellos podrían haber sido infectados, y, posiblemente, algunos, además de los 20 localizados, lo fueron aunque no lo sepan aún y aunque ahora no vayan a desarrollar la Tuberculosis que han podido contraer.

Los brotes de Tuberculosis son frecuentes tras la aparición de un caso bacilífero, como lo era el inmigrante senegalés, alcanzándose tasas de ataque secundario entre los contactos del 12% (de cada 100 contactos censados se registran 12 infecciones o reinfecciones). La mayoría de ellos se contagian en el ámbito familiar y laboral, mientras que las líneas de transmisión observadas se producen mayoritariamente en la misma comunidad en que reside el enfermo. Más del 30% de los casos provocados por el enfermo sin controlar son menores de 15 años con formas graves en algunas ocasiones y una mortalidad nada despreciable (2%).

No es cierto, como ha dicho la ministra Mato en sede parlamentaria, que este caso sea una anormalidad que nada tiene que ver con su reprobable Real Decreto sino que se trata, más bien, de un problema de mala praxis de los profesionales que tan cicateramente dejaron de aplicar al senegalés la atención debida y protocolizada. Y no lo es porque la ley es deliberadamente ambigua, precisamente para que se pueda hacer lo hecho por la ministra: eludir la responsabilidad del legislador en sus efectos, situando todo el peso de la prueba en el profesional que diariamente se ve obligado a tomar decisiones contrarias a su obligación y a su compromiso deontológico de atender a todos los que lo necesitan, sean “asegurados” o no lo sean. Porque una vez que se restringen los derechos, los excesos al aplicar las medidas, por afición o por confusión, tienen todo el camino allanado.

No atender al inmigrante fallecido fue una decisión injusta e inhumana, además de inútil en términos de ahorro económico, pues un caso que podría haberse tratado y curado con menos de 300 euros ha contagiado a muchos contactos que deben ser tratados y vigilados durante muchos meses, con el costo que eso conlleva, sin conseguir, además, evitar el efecto más perjudicial de la falta de atención: el fallecimiento de una persona. Y en esta cadena de sucesos queda ejemplarizado el efecto perverso de esta ley que la ceguera, la ignorancia o el dogmatismo de sus impulsores no acaba de ver y admitir: restringe derechos fundamentales de las personas, lo que puede producir un daño irreparable e irreversible en su salud, afectar al conjunto de la población, incluso a la que no ve recortada, directamente, su derecho a la asistencia, para, finalmente, no producir el supuesto ahorro económico sino provocar, muchas veces, más gasto público.

Como en tantos ámbitos de la vida pública los responsables de estas medidas deberían responder por los efectos que ellas provocan, como los profesionales de cualquier ámbito lo hacen por sus errores y las consecuencias de las mismas. Si además ellas están sustentadas o son aplicadas por profesionales de la salud que han adquirido por la propia naturaleza de su profesión un compromiso ineludible con los enfermos de proteger su vida, con la población de evitarle los riesgos innecesarios para su salud y con sus compañeros de oficio de cumplir el código deontológico y ético que debe presidir su actividad, además de lo previsto en las leyes vigentes se les debería aplicar también la normativa profesional que, tan banalmente, se comprometieron a respetar.

José Manuel Díaz Olalla


El Presidente balear Bauzá y el Conseller de Sanidad Sansaloní,  del PP, muy diligentes en la privatización del sistema de salud y muy poco en asegurar la necesaria asistencia sanitaria pública a quienes la necesitan


(Publicado en SistemaDigitalhttp://www.fundacionsistema.com/News/AlDiaDetail.aspx?id=4652)
(Texto publicado en la web de la Fundación Sistema http://www.fundacionsistema.com/)

viernes, 26 de abril de 2013

Triste Aniversario


PRIMER AÑO DEL DECRETO QUE INSTAURA LA EXCLUSIÓN SANITARIA Y EL COPAGO

PRIMER AÑO DEL DECRETO QUE INSTAURA LA EXCLUSIÓN SANITARIA Y EL COPAGO
Vivimos estos días el triste primer aniversario del Real Decreto Ley 16/2012 cuya entrada en vigor supuso una auténtica contrarreforma sanitaria que, como ya hemos señalado en otras ocasiones, además de sanitariamente perjudicial para la ciudadanía e ilegítimo es, también y ante todo, inhumano, injusto e injustificable. Porque supone el desmantelamiento efectivo del Sistema Nacional de Salud tal y como lo conocíamos en nuestro país hasta entonces, esto es, universal, gratuito en el acto sanitario, financiado por los impuestos y gestionado por las Administraciones Públicas, que garantiza la atención a todos los ciudadanos sin distinguirlos entre asegurados, no asegurados, beneficiarios o excluidos del mismo.


(Texto publicado en la web de la Fundación Sistema. )


martes, 23 de abril de 2013

Los ataques a médicos y centros sanitarios (CDI) en Venezuela son atentados contra la Ayuda Humanitaria Internacional



… y como tal deben ser perseguidos según el Derecho Internacional Humanitario y las diferentes Convenciones de Ginebra.


















Tras las elecciones Presidenciales del 14 de Abril en Venezuela, cuyo resultado no ha sido reconocido por el principal candidato opositor y tras los llamamientos de este a sus seguidores a manifestar la protesta en la calle, grupos de personas han asediado y destruido diversos Centros de Diagnóstico Integral construidos por el gobierno bolivariano, donde se brinda atención de salud a personas humildes que nunca disfrutaron de la misma, a la vez que han atacado a personal de la salud, muchos de ellos médicos cubanos, que trabajan para esa población en virtud de los acuerdos de cooperación entre ambos países. Esta colaboración es, por lo tanto y estrictamente, Ayuda Humanitaria Internacional pues se desarrolla para asegurar un derecho humano fundamental, el de la salud, a una población en situación extrema de exclusión de cualquier sistema de atención. Este escenario, junto con el configurado por los efectos en la población de los desastres naturales, la violencia y las epidemias justifica la prestación de Ayuda Humanitaria, quedando definido por estas circunstancias claramente los espacios naturales de este tipo de intervención.

Como en otros casos conocidos, se trata de atentados que no buscan sólo causar daño a los cooperantes y a la ayuda que ofrecen, sino que persiguen, ante todo, que cese la misma con el objeto de perjudicar a la población necesitada para que vuelva a instaurarse la situación de injusticia previa y la exclusión de todos aquéllos cuyos derechos estaban siendo habilitados. En todo caso aquí, como en otros ataques, es necesaria la denuncia de las organizaciones internacionales exigiendo la actuación de las autoridades con diligencia para que se ponga a disposición de la justicia, nacional o internacional, a quienes cometen estos hechos execrables y a quienes los instigan.

La Ayuda Humanitaria de Cuba a Venezuela, un modelo mundial de lo que se ha venido en llamar “Cooperación Sur-Sur”, se sitúa en la base de los enormes logros en la mejora de la salud y el desarrollo alcanzado por este país en los últimos años, documentados y reconocidos en todas las instancias internacionales, que benefician de forma nítida a los grupos más necesitados, logrando por ello una nítida reducción de la pobreza y de la desigualdad tanto en la salud como en las condiciones de vida de la población venezolana. Todo ello es, en la actualidad, un auténtico modelo a imitar por muchos países del mundo en su batalla por la justicia social y por la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

La noche del 16 de Abril pude conectar por skype con un buen amigo, médico cubano, que trabaja en Venezuela desde hace dos años en una zona rural muy abandonada históricamente y pude percibir, mientras me hablaba, cómo estaban viviendo él y sus compañeros esos acontecimientos inciertos y el temor contenido que sentían  por lo que pudiera pasarle a ellos y a los pacientes que atendían en su centro. Pocos saben la enorme labor que realizan todos estos trabajadores humanitarios para mejorar la salud de una población invisible y olvidada históricamente tanto por las autoridades como por muchos médicos venezolanos, los mismos que se escandalizan ahora porque otros trabajen para atender las necesidades de millones de sus compatriotas proscritos por el sistema y por ellos mismos.

Por un momento no pude evitar recordar conversaciones que he mantenido otras veces en mi vida con compañeros que en Congo, en la Selva de Chiapas, o en algún suburbio de Dili-Timor, agazapados como mi amigo cubano en la calma tensa de una noche de violencia, han temido por su vida y por la de sus pacientes por el gran pecado de trabajar por el derecho a la salud de la gente. Tres de ellos, Flors Sirera, Manolo Madrazo y Luis Valtueña fueron asesinados en Enero de 1.997 en Ruanda por un grupo de criminales que buscaban conseguir allí lo mismo que ahora quieren estos exaltados aquí: sumir a Venezuela de nuevo en la noche oscura de la injusticia y la barbarie. Aquí como allí, les dije, no es contra ustedes, sino contra ellos, contra los pobres y abandonados, intentando que no disfruten de los derechos elementales de las personas, una acción desesperada y vil que busca mantener vivo un sistema intolerable que les beneficia sólo a ellos y jamás a la mayoría.

Es preciso que la comunidad nacional venezolana e internacional condenen estos incalificables y delictivos actos y exigiendo que se detenga y se ponga a disposición de la justicia a los autores de los mismos, a quienes les azuzan y a quienes lo toleran.

lunes, 22 de abril de 2013

Las Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo en España: crisis, independencia e insuficiencias crónicas (¿ONG's u OG's?)


Ilustración de El Roto.

Introducción
Las distintas definiciones de ONG encuentran siempre ciertos elementos comunes: organizaciones privadas, impulsadas por grupos de ciudadanos, independientes, sin ánimo de lucro y con fines sociales. Su papel en la cooperación al desarrollo  viene también regulado por la Ley General de Cooperación de 1998 en la que se determina que las ONG son actores fundamentales de la cooperación española y por ello el Estado las fomentará y financiará para que cumplan la importantísima misión de canalizar la participación social en la cooperación. No hay duda de que una democracia madura es aquélla que incrementa cada día la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos.
Por lo tanto la cooperación es una cuestión de justicia que se sitúa en la esfera pública y se construye con la participación de la ciudadanía. Las ONG, como actores que son de esas políticas, deben intervenir e influir en las mismas.  Para ello deben ser críticas, pues las políticas de cooperación muchas veces son meras herramientas de la acción exterior de los donantes y por tanto responden a esas razones de Estado y no siempre a las necesidades objetivas de la cooperación (desde la cuantía de los fondos a la selección de países y grupos más vulnerables, pasando por el tipo de actuaciones o la modalidad de cooperación).  ¿Y qué ocurre cuando las organizaciones deben elegir entre subsistir, financieramente, o cumplir con su función de crítica gubernamental?
Mientras que tan sólo el 16% de la Ayuda Oficial al Desarrollo española de 2012 se canalizó a través de esas organizaciones,  las ONG en nuestro país tienen una gran dependencia de los fondos públicos (lo que parece contradecir su propio nombre): de media casi 6 euros de cada 10 que reciben tienen esa procedencia, llegando algunas a 9  de cada 10 euros. Y eso puede entrar en contradicción con la obligada independencia de las mismas. Como también lo hace, a veces, la necesidad de sostener sus propias  y con frecuencia  hipertrofiadas estructuras, la influencia de estas en la toma de decisiones y la de los gobiernos y contrapartes locales. También dependen en gran medida y unas más que otras, de financiación privada, que muchas veces tiene “sus propios intereses”  no siempre coincidentes con los de las organizaciones.
La eficacia del  trabajo de las ONG se suele deducir de la proporción de los fondos que dedican a los fines para los que han sido creadas sobre los que recaudan. Un 13,6% de los gastos de las ONG españolas se dedican a “captación de fondos y estructura” si bien no todo el resto son “gastos directos” que se hacen en la población beneficiaria de los programas que gestionan.  Pero los gastos indirectos son necesarios para cumplir el trabajo y garantizar el correcto uso de los fondos. La creciente exigencia de las  financiadoras sobre el control de la gestión incrementa enormemente los costes de las organizaciones, disminuyendo por tanto la eficacia final de sus acciones, al burocratizarlas en exceso, acomodarlas y profesionalizarlas. Es preciso señalar que muchas ONG, por ello, tienden a desnaturalizarse y a  identificar sus propias necesidades con las de los beneficiarios.

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miércoles, 20 de marzo de 2013

Así cualquiera, Comandante



Una de las cosas más sorprendentes, en el supuesto caso de que uno se pueda sorprender de algo a estas alturas, que he escuchado estos últimos días en los medios de comunicación en relación al fallecimiento del Comandante Hugo Chávez y a las impresionantes expresiones de duelo popular que se están registrando en Venezuela, ha sido la justificación que tertulianos, plumillas, cronistas de medio pelo y otros mediocres analistas políticos han encontrado para ello. Vienen a decir con muy poco pudor estos falsificadores de la realidad de aquí y de allá: "Claro, es normal que desate esta pasión en las multitudes y que su presencia, como su ausencia, provoque estas masivas manifestaciones de amor, y ahora de dolor, en el pueblo: ¡si ha gastado un montón de dinero en los pobres!". Y cuando lo dicen uno sólo espera que añadan: "Así cualquiera".

Cualquiera no, pienso yo, porque son pocos los que lo hacen. Desde luego ninguno de los líderes que admiran y ensalzan estos farsantes parapetados tras las ondas hercianas o en las redacciones de los periódicos. Cualquiera no. Porque mientras lo dicen, quizás sin darse cuenta, definen exactamente cómo interpretan el valor de la política y el de la función que ellos realizan en ese mercenariado que practican para el mejor postor: como una gran mascarada, un teatro, una farsa en la que lo que importa es quién y cómo engañar mejor a la gente. Claro, lo que sin duda tiene valor para ellos, por deducción, es conseguir que la gente te quiera, te admire o, al menos, te vote, usando los recursos de todos a favor sólo de unos pocos: de los más ricos y de sus intereses. Es decir lo que pasaba en Venezuela antes de la llegada de Chávez. O lo que pasa ahora en España con los dirigentes que tenemos. El bello arte de conseguir mayorías en las urnas contando mentiras y diciendo las cosas que la gente quiere oír para hacer luego exactamente lo contrario. Eso sí que tiene valor. Es el valor del engaño.

Y no debe ser fácil que te aúpen en el poder aquéllos contra cuyos intereses vas a emplearte a fondo. Pero es la inmensa farsa de las pseudo-democracias liberales en que nos hacen vivir. Y a nadie se le escapa que esta engañifa no sería posible sin el trabajo concienzudo de unos medios de comunicación amaestrados por los intereses de la minoría económica hegemónica.

Chávez trabajó por los pobres y la grandeza de su obra y de su legado se entiende tanto al examinar las tablas de indicadores que demuestran la enorme disminución de la pobreza y la desigualdad que logró como en las calles de Caracas al observar el dolor de los humildes que nutren las colas interminables para despedirse de él.

Lo dijo Cristina Fernández ante la capilla ardiente del Comandante: "Abrió las cabezas de la gente y no habrá, ya, quien las cierre. Le dio a la gente dignidad y no será fácil que nadie se la quite".

"Bajaron los monos de los cerros" decían antes los cronistas de la despiadada oligarquía  venezolana cuando las hordas de pobres que venían de los ranchitos inundaba Caracas, cada atardecer, para escarbar en la basura de los barrios residenciales.

Sí, bajaron. Pero ahora se quedan. ¡Y votan!

Hasta siempre, Comandante.


MNL


Pdta.- Una de las críticas más asiduas de la derecha venezolana hacia Chávez ha sido la de tacharle de populista por usar un lenguaje y unas formas comunicativas cercanas, llanas, sencillas y, a veces, algo histriónicas. Y me sorprende, si como se ha dicho eso fuera posible, ver hoy a jefe de la oposición, Capriles Radonsky, vestido de chándal ante cientos de partidarios gritando como un poseso: "¡Nicolás, no te vistas, que no vas, chico!" Aprenden rápido del Comandante. Ya se han fijado en las formas. Parece más difícil que se decidan a copiar lo de repartir la riqueza, trabajar por la justicia social y combatir la pobreza.

Irak: Triste décimo aniversario, el banquillo sigue vacío.


Hoy se celebra el décimo aniversario de aquella ignominia que fue la invasión de Irak. Fue el inicio de una guerra ilegal, injusta y sustentada sobre las mentiras de sus promotores. Estos solo buscaban, dando rienda suelta a sus impulsos megalómanos y bárbaros, apoderarse de las riquezas de aquél país y ajustarle las cuentas a un antiguo amigo y colaborador algo díscolo y desafiante.

Dijeron que querían destruir una dictadura y han destruido un país entero. Han causado más de un millón de muertos (ver en http://desigualdadesinjustas.blogspot.com.es/2011/12/cuentas-no-cuentos.html) y más dolor, sufrimiento y devastación que el dictador en todo su reinado. Hasta los más acérrimos detractores y enemigos de aquél régimen abyecto echan de menos a Saddam Hussein. Vivir bajo la bota del tirano era para muchos casi una "delicia" comparado con el infierno en que Bush, Blair y Aznar han convertido Irak. Las torturas y crímenes que han cometido los invasores públicos y privados, incluidas las protagonizadas por el ejército español del nefasto ministro Federico Trillo (el minis-trillo), son sólo una pequeña muestra de toda aquélla monstruosidad.

Pero estas atrocidades salen gratis, según parece. Los responsables de ello siguen sin responder ante la justicia. Hasta el New York Times de hoy clama ante la vergüenza que soporta el mundo porque Aznar, Blair, Bush y sus secuaces sigan moviéndose libremente y hasta perpetrando conferencias con total impunidad (ver en: http://www.nytimes.com/2013/03/20/opinion/ten-years-after-the-iraq-war-began.html?ref=opinion).

Cuando lo hagan, cuando respondan de sus crímenes, el mundo será un lugar un poco más respirable. No hay que perder la esperanza de que, más temprano que tarde, esto suceda.


Manuel


Pdta.- Otro ex, Zapatero, ha dado su versión de los hechos en este aniversario, sacando pecho por la retirada de las tropas españolas de aquél atormentado país que él ordenó (ver http://www.periodistadigital.com/periodismo/tv/2013/03/20/rodriguez-zapatero-cadena-ser-pepa-bueno-guerra-de-irak.shtml ). Incluso se atrevió, y es mucho atreverse, a contraponer aquélla inicua decisión del presidente del bigotillo con la que él tomó en relación a Libia, pavoneándose de que esta sí que fue una decisión justa y amparada en la legalidad internacional. Sin embargo ambas se parecen mucho más de lo que él dice. Para empezar, buscaban lo mismo: vengarse de un amigo "de toda la vida" que se había vuelto incómodo y despojar a un pueblo de sus riquezas. El resultado, también, fue muy similar: un país destrozado, una enorme cantidad de crímenes cometidos contra la población civil inocente, además de los crímenes de guerra, y la sensación universal y local que hoy se ha generalizado de que con el tirano se vivía mejor que con los "libertadores", testaferros y títeres impuestos por las grandes potencias. Por último y contra la versión falsificada de ZP, en el desprecio a la legalidad internacional son, ambas, como dos gotas de agua: si no tuviera la memoria tan flaca y la cara tan marmórea recordaría que lo que autorizó el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en relación a Libia fue la creación de "un corredor aéreo humanitario para la protección de la población civil" (resolución nº 1973  del 17 de Marzo de 2011). Es decir, nada que ver con la destrucción íntegra de un país, incluidos infraestructuras civiles, bienes y personas,  en la que colaboró nuestro ejército. Hasta diplomáticos del gobierno de ZP admitieron que nada tenía que ver el castigo que se estaba infringiendo a Libia con la autorización de la ONU (ver: http://desigualdadesinjustas.blogspot.com.es/2011/08/la-diplomacia-espanola-por-un-mundo-sin.html). Entonces, Sr. Zapatero, ¿valía todo en Libia, como nos quiere decir? ¿Es que acaso el Consejo de Seguridad les concedió patente de corso y licencia para destruir y matar libremente en la impunidad absoluta? No hay que ofender la inteligencia de la gente. Por hacerlo se ven como se ven... Algún lector y oyente se ha quejado, no obstante, de que no ha visto muy decidido a Zapatero, ante la pregunta de la periodista que le entrevistaba, a la hora de apoyar juicios justos contra los culpables de la guerra de Irak. ¿Y a mí que no me extraña? Se trata de la versión  infame de las barbas de tu vecino. Si el patético trio de las Azores debe responder ante la justicia internacional por Irak, ZP junto a la Sra. Jiménez y a la Sra. Chacón, deberían pasar, después, ante el mismo tribunal, a dar cuenta de sus propias barbaridades.

miércoles, 6 de marzo de 2013

¡La lucha sigue, Chávez vive!

   El tiempo, como siempre, se encargará de mostrar la inmensa figura, quizás irrepetible en su tiempo y en el contexto en que le tocó vivir, de este líder de los pobres y de los pueblos que luchan por sus derechos y por su libertad.
De todas las cosas, que en un día cómo hoy, 6 de Marzo,  se están publicando sobre Chávez, me quedo con esta de mi admirado Juan Torres López, que os recomiendo: 





Nota 1. Escucho la radio durante toda la mañana, tengo ese defecto y me admiro de la falta de capacidad de enfrentar causas y efectos que demuestran los cientos de analistas, tertulianos y otros desocupados que ocupan las ondas de las emisoras nacionales. Casi todos coinciden en una cosa: Chávez hizo mucho por los pobres (lo admiten porque ha muerto -decía mi abuela "a burro muerto la cebada al rabo"- aunque en vida nunca le concedieron ese mérito) pero dividió al país. Evidentemente, ignorantes o farsantes: una cosa es causa de la otra. Los hay que solo "se sublevan" cuando alguien hace algo a favor de los pobres. Cuando las políticas que se dictan desde el poder hacen cosas a favor de los ricos, o sea casi siempre, esos indignados se quedan de lo más tranquilos. ¿Por qué será que sólo hay división cuando gobierna la izquierda? ¿Mais, pourquoi? Díganmelo ustedes, mis queridos lectores...

Nota 2. Otra muy buena: esos mismos que no hilan bien las relaciones que se establecen entre las causas y los efectos no se cansan de señalar que Chavez  fue el gran enemigo de la libertad de expresión y de prensa en su país. Eso que llaman libertad de prensa es una falsedad porque la única libertad que reconocen es la de los multimillonario propietarios de los medios de comunicación para decir lo que quieran frente a la imposibilidad de los demás de hacer lo propio, y sigo hilando, es la causa fundamental de que los pueblos se dividan cuando gobierna Chávez pero no lo hagan cuando gobierna, un suponer, Carlos Andrés Pérez. Como veis lo mío con la epidemiología social ¡es mucho! Pues bien, un oyente ha llamado a la emisora para contar que, en la última campaña electoral venezolana escuchó en Caracas, que en un canal de televisión de la oposición (la inmensa mayoría) un candidato pidió que algún francotirador le pegara un tiro a Chávez en su próximo mitin. Así que ¿no hay libertad de expresión en Venezuela? Pues ¿qué más dirían esos demócratas y defensores de la libertad si la hubiera?

(Fotografía tomada de la portada del Diario Público, 6 de Marzo de 2013)

sábado, 26 de enero de 2013

Efectos predecibles y ya constatables de los recortes de gasto social en el incremento de la mortalidad de la población española


(Otra entrega de  la serie “Cuentas contra cuentos”, en apoyo a la campaña “ke_paguen x lo ke_ hacen”) 
  • Los responsables de las políticas públicas deben saber que las mismas tienen efectos en la vida, la supervivencia y el bienestar de la gente. Esto está demostrado hace años científicamente.
  • Los políticos españoles son reacios a admitirlo y a asumir las responsabilidades correspondientes. Esta actitud contrasta con la de dirigentes de otros países de nuestro entorno.
  • A falta de conocerse los datos oficiales definitivos, en 2012 y muy probablemente como efecto inmediato de los recortes en el gasto social global, caben esperarse unos 5.000 fallecimientos más de los esperables (un incremento de un 1,32%) si se hubieran aplicado otras políticas.
  • No obstante y desbordando esas cautas previsiones en el primer semestre de 2012 en España se registraron 21.000 fallecimientos más que en el mismo periodo de 2011, lo que rebasa en más de un 9% lo asumible por contingencias coyunturales. Su relación con los recortes en gasto social es indiscutible.
  • En la Comunidad de Madrid y como efecto directo de la privatización de la gestión de la sanidad pública pueden registrarse en 2013 unos 1.500 fallecimientos más de los que se producirían si continuara la gestión pública de los centros. 
  • Quienes impulsan estas políticas deberían responder ante la justicia por estos efectos.







El marco teórico.-
Un interesante  estudio publicado con el título “Dying of corruption”, de Sören Holmberg y  Bo Rothstein,  investigadores  del  The Quality of Government Institute, Department of Political Science, Universidad de Gothenburg, Suecia, y publicado en el Health Economics, Policy and Law ( Volume 6; Issue 04; Septiembre de  2011, pp 529-547) y accessible desde este link, demuestra, tras un laborioso análisis de datos de más de 120 países de todo el mundo, que los incrementos del gasto privado en salud o el desvío de fondos públicos hacia la gestión privada de la sanidad provoca nítidas disminuciones de la esperanza de vida en buena salud de la población y, a la vez, aumentos de la tasa de mortalidad infantil y de la mortalidad materna, así como que esa circunstancia se suele ver precedida de un control de la corrupción más laxo y poco exigente, como si una cosa tuviera, indefectiblemente, que producirse antes de la otra.
Se puede resaltar también que según  conocidos estudios epidemiológicos de base poblacional, observacionales y alguno también analítico,  se calcula que por cada 80 € en que decrece  anualmente el gasto social per cápita se incrementa de media un 1% la mortalidad general (ver, entre otras, la siguiente cita: “Salud 2000”, nº 139, Dic 2012, pag. 4).

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jueves, 17 de enero de 2013

No es un pais decente




Recientemente hemos conocido la noticia de que un español, D. Amancio Ortega, se ha convertido en la segunda persona más rica del mundo. Lejos de enorgullecernos por ello deberíamos estar profundamente indignados, sobretodo si situáramos esta información en el contexto mundial y nacional en el que se produce.
El meteórico y discreto magnate, que empezó de la nada y bla, bla, bla, es un portento multiplicando el dinero. Según consta en la hemeroteca de la revista Forbes (1) el gallego ha pasado de ser el número 23º de este ranking en 2010 con 14.800 millones de $ de patrimonio, a este segundo puesto en 2013, con 53.600 millones, después de pasar por el más que honroso quinto lugar en 2012 con una fortuna intermedia de 37.500 millones. Si es así este hombre tiene la capacidad de hacer “crecer” su fortuna al ritmo de unos 2.000 millones $ al mes. Lo dicho, un fenómeno. El capital es lo que tiene. Y sabido es que el que no especula no acumula.
Según la Agencia de Estadística de la UE, Eurostat, el porcentaje de población en situación de pobreza en España en 2010 era de un 25,5%, llegándose a superar el 27% en 2011 (ver http://www.elreferente.es/actualidad/sociedad/el-porcentaje-de-espanoles-en-riesgo-de-pobreza-vuelve-a-aumentar-en-2011-23238 ). Es decir, 12.690.000 personas, casi una de cada tres, viven en la actualidad en nuestro país en esta crítica situación, habiéndose incrementado esta penosa lista en un año en unas 705.000 personas. Cabe deducirse de ello que casi al mismo vertiginoso ritmo, y en el mismo espacio de tiempo, con que aquél as de los negocios multiplica su patrimonio una gran parte de los ciudadanos se quedan sin lo mínimo para llevar una vida digna. Y que lo que atesora uno sólo sea más que todo lo que posee un tercio de la población.
Un país como este es un lugar donde resulta muy dudoso que merezca la pena vivir. A no ser que se sea miembro de las élites políticas o económicas gobernantes. Un lugar donde la distribución de la riqueza no existe, donde por tanto la justicia social está ausente, no puede ser un país decente. Nadie puede defender un régimen ni un sistema como estos, que sólo están dispuestos para satisfacer el objetivo de procurar el bien a unos pocos y nada a la mayoría. A nadie le puede extrañar la desafección profunda de la población hacia la política y hacia quienes la gestionan que indican las encuestas y la calle. No basta con decir que la democracia es un sistema legítimo si a través de ella se puede consagrar una estructura política y social  tan insolidaria e injusta. El Estado ha fracasado en este país en su máxima y sublime función, precisamente en aquello para lo que fue concebido: defender a los  humildes de los atropellos de los poderosos.
Una vez así hay que empezar a pensar que es necesario darle la vuelta a esto.
                                            Manolo Díaz Olalla


    ( 1)    La fiabilidad de la información que produce esta revista es más que relativa. Algunos tendenciosos y falsos datos publicados por ella han devaluado enormemente su validez y su prestigio. En el año 2006 publicó que Fidel Castro era uno de los hombres más ricos del mundo con una supuesta fortuna atribuida de 900 millones de $. Fidel Castro retó a la revista y a quien quisiera de entre sus lectores a que demostraran la existencia de uno solo de esos $, prometiendo públicamente que a quien lo hiciera le regalaría gustoso la totalidad de la misma. A día de hoy los editores de Forbes siguen tan ricos como antes, pero no más,  pues no han sido capaces de ofrecer una sola prueba de la tan fabulosa fortuna del dirigente cubano.

Nota del A.- Mientras escribo esta humilde reflexión oigo que la esposa del Presidente de la Comunidad de Madrid fue indemnizada por la anterior empresa en la que trabajó, al abandonarla por voluntad propia, con la cantidad de 700.000 euros. Algo parecido, sin duda, a lo que les deben estar pagando a los trabajadores de TeleMadrid afectados por el ERE (más del 85% de la plantilla) por los 20 días por año trabajado sin rebasar las doce mensualidades.